Hoy quiero hablarles sobre un sistema de Gestión llamado
TPM. Este sistema lo
ví implementado en una empresa a la cual realicé un balance de residuos. Durante el tiempo que interactué con esta empresa me di cuenta de la cultura corporativa y el compromiso tan altos que todos los
trabajadores tenían. Cada unidad de procesos tenía tableros donde se
visualizaban tablas, indicadores de seguimiento, gráficas, fotos, etc., que
evidenciaban el avance de la unidad hacia la consecución de los objetivos
establecidos por la gerencia. Este nivel de
organización me impresionó, porque todas las personas, desde el trabajo más básico hasta los ejecutivos, tenían
conocimiento de cómo iba la empresa, cuanto se había vendido, cuánto se había ganado y los empleados recibían una
bonificación adicional a su salario si cumplían sus metas de producción, calidad, seguridad y medio ambiente.
Luego me enteré que gracias a este esquema lograron ampliar la planta en un 100% y
diversificar en
investigación, desarrollo y producción en menos de 2 años. La empresa tenía en un principio más de 500 empleados, lo que significa que lograron emplear a otro tanto en la ampliación de sus
instalaciones. ¿Cómo fue esto posible en tiempos de crisis?
La clave está en la estructura del esquema. Veamos de que se trata
Definiendo el TPM TPM singnifica Total
Productuve Maintenance,
desarrollado por el Instituto Japones de
Mantenimiento de Planta (
JIPM por sus siglas en inglés). Una primera
aproximacíon de este concepto en palabras sencillas es:
El TPM es una herramienta para mejorar el desempeño de una empresa en todos las áreas (seguridad, medio ambiente, económico, financiero, social, etc).Enfoque del TPMEl
TPM se enfoca hacia:
- Una participación total e interactiva entre empleados y directivos.
- El establecimiento de un sistema que prevenga la reincidencia de problema por medio de un análisis de causa raíz.
- La implementación de los 8 pilares del TPM (se verán más adelante en esta misma entrada).
Uno de los factores
diferenciadores de este tipo de gestión frente a los sistemas ISO y
EMAS es que la evidencia del avance no se ve en el
diligenciamiento de formularios, sino en la producción, en el balance financiero y en los hechos. Si la producción sube y los objetivos se cumplen, esto es suficiente. Eso sí, hay que
evidenciarlo.
Entonces cada unidad de negocio tiene cierta libertad en evidenciar sus indicadores de la manera que crea más adecuada, si da resultado no hay razón para cambiarla por otra. Por tal razón, la personas encargadas de dirigir el proceso deben tener una
capacitación previa en el tema y estar
certificados para llevar a cabo el
prceso (tal como sucede con los auditores en ISO 9000, 14000 y
EMAS. Una pequeña diferencia radica en que se les denomina "
Facilitadores").
En una de las visitas a la empresa, estaban en una
reuníon entre el personal de aseo y la dirección. Este fue el desenlace de la reunión:
Directivas: ¿Cuáles de las actividades que ustedes realizan tienen más gasto de agua?Personal: En el lavado de pisos (parece obvio.....)
Directivas: ¿Cuánta agua gastan al mes?Personal: No sabemos.
Directivas: ¿Cómo creen ustedes que se puede averiguar?Personal: Contando el número de baldes utilizados en cada lavada
Directivas: muy bien. ¿más o menos cuantos baldes utilizan en cada lavada?Personal: Como 5 o 6
Directivas: ¿Creen que es posible bajarlos a 4?Personal: No sabemos. Hagamos una prueba esta semana y les contamos cuantos baldes utilizamos y cuantos podemos bajar
Directivas: muy bien entonces hagan sus pruebas y la próxima semana nos vemos y establecemos los objetivos de este año en ahorro de agua. Las directivas enfocaron la reunión para que fuera el personal el que
estableciera lo que se debe hacer. El cómo lo midan, no importa, porque es
su área. Nadie conoce tanto su trabajo, como quien lo desempeña, por esto debe ser él quien seleccione las
herramientas que le son útiles y que le facilitan el trabajo, en lugar de adicionar más actividades que le
harán perder tiempo, esfuerzo y
concentración. Seguramente si van al área de producción, la solución podría ser colocar medidores
electrónicos digitales graduables para controlar la salida del agua. Eso depende del área, no se puede generalizar. Lo único en común es que este trabajo de medición (y todos los requeridos para la aplicación del
TPM) va siempre acompañado por un tercero, para evidenciar la
transparencia del proceso.
Teniendo en cuenta lo anterior podemos ampliar más la definición del
TPM como un enfoque de gestión de sentido común que:
- Maximiza la eficiencia de sus sistema de producción
- Amplía el ciclo de vida de todos los equipos de la empresa
- Aplica un sistema propio para prevenir todas las pérdidas
- Involucra a todos los departamentos: desde servicios generales, pasando por producción, desarrollo, ventas y administración, hasta la gerencia.
- Mediante actividades de grupos de trabajo comunicados, se encaminan a llegar a Cero pérdidas
- La participación de los empleados es del 100%.
Los 8 pilares del TPMEstos son las bases sobre las cuales se diseñan las metas, estrategias, programas y acciones para alcanzar lo que en
TPM se denomina "Cero Pérdidas":
- Mejora enfocada
- Mantenimiento autónomo
- Mantenimiento planeado
- Educación y capacitación
- Control inicial de equipos
- Mantenimiento de calidad
- TPM en oficinas
- Seguridad y ambiente
Las metas de "Cero pérdidas" son:
- Cero (0) averías,
- Cero (0) rechazos/defectos,
- Cero (0) accidentes,
- Cero (0) ajustes,
- Cero (0) Contaminación,
- Cero (0) Paradas cortas,
- Cero (0) Quejas de los clientes.
El resultado final es lo que llaman el "premio a la excelencia". Al final del proceso, la cultura corporativa es tan arraigada que no necesitan de un tercero que les cobre por revisar el
diligenciamiento de formatos. Al principio, hay un seguimiento periódico mientras la empresa es autónoma en su manejo. Luego, la empresa adquiere los
conocimientos y actitudes necesarias para
autoevaluarse y seguir en el camino del
mejoramiento contínuo.
Como se puede evidenciar, el
TPM es una herramienta muy valiosa que pueden seguir las empresas para incorporar iniciativas voluntarias que además de repercutir en beneficios económicos, se traduzcan en aportes para el desempeño ambiental y social de las mismas, más allá de las
regulaciones y normas a las que esté expuesta.