SIG (I). Sub-utilización de los Sistemas de Información Geográfica
jueves, 28 de mayo de 2009
Desde principios de los 90’s se ha difundido y popularizado el uso de herramientas y plataformas informáticas basadas en Sistemas de Información Geográfica SIG para la elaboración de diversos tipos de estudios ambientales. La manera tradicional en que se desarrolla un Estudio Ambiental típico es la siguiente:
- Se consolida un equipo de expertos en los diferentes componentes ambientales (Biólogo, Geólogo, hidrólogo, climatólogo, etc)
- Estos profesionales analizan el área objeto de estudio y definen criterios de vulnerabilidad, importancia, riesgo o exclusión, dependiendo del tipo de estudio.
- Estos criterios se presentan en indicadores cualitativos, alto – Medio – Bajo, Bueno – Regular- Malo, u otra clasificación que depende de la metodología utilizada.
- La anterior clasificación se convierte en indicadores cuantitativos, 0, 1, 2, 3.... de acuerdo al grado de importancia (ascendente o descendente) que el equipo haya seleccionado.
- Esta información la recibe un especialista en SIG, que toma estos datos y los introduce en un software especializado, del cual surge un mapa como el siguiente:
De acuerdo a la metodología que se diseñó para el ejemplo específico, las convenciones corresponden a: 1 = zonas de riesgo bajo, 2 = zonas de riesgo medio y 3 = zonas de riesgo alto.
Lo común en estos estudios es que hay un informe que puede llegar a las 200 páginas o más, donde cada uno de los temáticos (biólogo, geólogo, etc) establecen criterios, describen la zona objeto de estudio, definen los parámetros de clasificación de acuerdo a una metodología preestablecida y luego remiten al lector a un mapa síntesis como el que vimos anteriormente.
Este tipo de mapas es muy bonito y llamativo, sin embargo, la información que los SIG generan bajo este esquema se sub-utiliza en gran medida, reduciendo el Estudio a un informe con mucha información por un lado y mapas bonitos por otro. Esto trae como consecuencia la siguiente situación:
Quien está leyendo el informe no tiene claridad hasta que no se remite al mapa para literalmente “ver” de lo que se está hablando y luego cuando mira el mapa tiene que volver al informe para saber cómo se realizó y muchas veces no hay una explicación adecuada de cómo se llegó al mapa en cuestión.
En las próximas entradas profundizaremos los conceptos básicos de SIG y cómo optimizar y aprovechar al máximo la información que generan los Sistemas de Información Geográfica SIG en los estudios ambientales, más allá de la generación de mapas.