Cómo construir un sistema útil de indicadores y no morir en el intento
domingo, 13 de diciembre de 2009
Generalmente cuando una empresa quiere empezar a medir indicadores ambientales, lo primero que hace es buscar qué dice la norma ISO 14000 o EMAS. Este es un grave error, dado que estas normas están diseñadas para estructurar un Sistema de Gestión Ambiental SGA con todas las actividades que ello implica: planeación, ejecución, auditoría , mantenimiento del sistema, inversión de rescursos, etc.
Si bien es cierto, estos SGAs son importantes para el desempeño de una empresa, su incorrecta aplicación puede traer más problemas que beneficios, empezando por la acumulación de formatos sin una integración adecuada, lo que genera subutilización de la información. En este sentido, las medianas y grandes empresas que incorporan estos SGAs dentro de sus actividades por medio de certificaciones, cuentan con los recursos y personal necesarios para establecerlo y mantenerlo.
Por su parte, las MIPYMES (Micro y Pequeñas empresas) en su intento por iniciar un seguimiento a su desempeño ambiental entran en callejones sin salida, al aplicar estos conceptos sin la asesoría adecuada y después de varios fracasos, terminan simplemente por seguir la normatividad ambiental vigente sin darle valor agregado a esta información. Conozco varios empresarios a los que mencionarles el concepto de indicador ambiental les genera dolor de cabeza y taquicardia. No es para menos.
En principio una empresa que requiera involucrarse en el seguimiento de su desempeño ambiental no necesita todo un sistema de certificación (a menos obviamente que esté certificada), sino una metodología sencilla que le permita cómo va en materia ambiental y tomar decisiones acertadas y a tiempo.
La intención de este artículo no es quitarle importancia ni relevancia a las normas ISO 14000 o EMAS que son de gran ayuda cuando se implementan de manera adecuada con los recursos y conocimientos necesarios, sino proponer una metodología para desarrollar un sistema de de indicadores ambientales con el fin de que una MIPYME con sus propios recursos, esté en capacidad de consolidar una herramienta de gestión que le permita visualizar el avance en el cumplimiento legal y las metas ambientales propuestas por la empresa.
En la medida en que la empresa esté más comprometida en su desempeño ambiental y esté familiarizada con una metodología sencilla de evaluación puede involucrar nuevos elementos de análisis y complejidad. Una vez la gerencia de la empresa vea la utilidad del manejo de indicadores con sus propios recursos puede tomar la decisión de invertir en un sistema de gestión propiamente dicho e incorporar un departamento de gestión ambiental.
1. Criterios para empezar un sistema de indicadores
Lo primero hay que hacer es mirar hacia el interior de la empresa y hacerse solo 5 preguntas:
- ¿Cuáles son los recursos que afecta la actividad de mi empresa? (entiéndase como recursos: agua, aire, suelo, fauna y flora)
- ¿Con cuáles recursos quiero iniciar mi sistema de indicadores?
- ¿Tiene mi empresa compromisos ambientales legales con la autoridad ambiental competente, frente a los recursos de interés?
- ¿Mi empresa tiene una política ambiental estructurada?
- ¿Dentro de esta política hay metas de mejoramiento ambiental cuantificables, frente a los componentes objeto de análisis?
- Indicadores de referencia
- Indicadores de situación:
- Indicadores de desempeño:
Estos indicadores corresponden a la relación entre los indicadores de situación y los indicadores de referencia. Por medio de estos indicadores se establece el estado de la empresa frente al recurso analizado. Estos se identifican de la siguiente manera:
2. Selección de indicadores
La aplicación de los indicadores se hace por cada recurso afectado: agua, aire, suelo, fauna y flora. Dependiendo de los recursos afectados se clasifican y estructuran los indicadores. Vamos a iniciar con el siguiente ejemplo: el uso y aprovechamiento de aguas superficiales de una empresa. Para seleccionar los indicadores contestaremos las preguntas realizadas anteriormente:
Teniendo en cuenta lo anterior ya tenemos un indicativo de hacia dónde encaminar nuestros indicadores. Para el ejemplo sabemos que la empresa analizada tiene un permiso de concesión de aguas, el cual tiene límites de caudal y bombeo establecidos. Ya tenemos nuestros indicadores de referencia legales.
Como la empresa tiene este permiso, está en la obligación de medir continuamente los parámetros exigidos, por lo cual estructurar el indicador no requiere mayores esfuerzos, recursos o complejidad, dado que medirlos, es parte de sus actividades normales. También sabemos que la empresa tiene política ambiental y que entre sus metas está disminuir el consumo de agua, entonces se requiere fijar las metas que se tienen frente a este tema.
Con esta información ya estamos listos para estructurar nuestros indicadores. En este punto es necesario aclarar algo: Puede que una empresa no tenga obligaciones legales, pero sí una política ambiental definida y está bien, o solo tenga obligaciones legales y no una política ambiental y también está bien. Igualmente puede ocurrir, que la empresa se enfoque solo en algunos recursos y otros no los tenga en cuenta, esto no afecta para nada la estructuración de los indicadores. Lo importante es empezar, empezar con lo que se tiene, no es necesario en principio abarcar todos los recursos y tener muchos indicadores, difíciles de medir y seguir.
A continuación se presenta una tabla de los indicadores mínimos que se pueden generar a partir del ejemplo en cuestión
Indicadores requeridos para el aprovechamiento de aguas superficiales
Estos son indicadores mínimos, sin embargo, se pueden generar más. El objetivo de esta estructura es seleccionar aquellos indicadores que se puedan elaborar con la información que se maneja cotidianamente en la empresa. Hay indicadores más complejos, que requieren todo un procedimiento específico y recursos particulares para generarlos.
3. Comportamiento de indicadores
Ahora veamos el comportamiento de los indicadores de situación durante un período de 1 (un) año.
Los indicadores de desempeño correspondientes serían
Como se puede ver, en el mes de julio, el caudal sobrepasó los parámetros permisibles legales , esto generó que en agosto se presentara una sanción legal por parte de la autoridad ambiental. Por su parte, también se puede evidenciar que las metas internas de la empresa no se están cumpliendo.
El comportamiento anterior también se puede evidenciar gráficamente. Veamos el comportamiento del indicador de caudal y el de bombeo:
Por último se puede hacer un metaindicador ponderando cada uno de los indicadores analizados, de tal manera que se pueda establecer cuál es el comportamiento general del aprovechamiento de aguas de la empresa. Dicho comportamiento se puede visualizar de la siguiente manera:
Como se puede evidenciar, establecer un sistema de indicadores para pequeñas y medianas empresas no es tan complejo, solo hay que hacerse las preguntas adecuadas y saber que se quiere visualizar. No obstante lo anterior, la estructuración de estos indicadores debe pasar por etapas de planeación, ejecución, verificación y retroalimentación. A este respecto las MIPYMES y empresas que no requieren certificación para sus actividades tienen una gran ventaja, dado que pueden innovar en la evaluación de sus indicadores, probar metodologías e integrar diferentes herramientas de gestión de la información en el área ambiental, ya que no tienen la presión de una certificación y los costos que ella implica.
De esta manera, en el momento en que la empresa requiera de una certificación oficial ya tiene mucho terreno y experiencia ganados, lo que le garantizará que dicha certificación será una verdadera herramienta de gestión que le permitirá ser más eficiente y productiva y no solo un papel colgado en la pared que se renueva cada año y el estres que esto conlleva.
En otras entradas veremos cómo agregar otro tipo de indicadores, tales como costos y beneficios económicos por implementación de medidas ambientales, beneficios sociales, huella ambiental, entre otros. Además veremos cómo organizar la planeación de estos sistemas.
Una gestión adecuada de los recursos que utilizamos, es un aspecto clave para construir una humanidad sostenible.