Problemas y desafíos de la consultoría ambiental
miércoles, 20 de mayo de 2009
A pesar de los grandes avances que en materia de medio ambiente se han realizado en las dos últimas décadas, del acceso a tecnologías cada vez más amigables con el ambiente y a los esfuerzos gubernamentales para su difusión y aplicación, existe todavía cierto temor por parte del sector industrial a involucrarse en Iniciativas Voluntarias más allá del cumplimiento de la legislación. Por qué?
El factor económico es una razón de peso, como también lo es una clara desvinculación entre la universidad y el sector productivo, que en países desarrollados es la clave para la innovación, la diversificación de productos y una herramienta importante para el crecimiento económico.
Sin embargo, en 10 años de consultoría y asesoría ambiental, he evidenciado algunos aspectos que también son de gran importancia y que son poco mencionados. Lo expondré con un ejemplo:
Cuando la Industria XYZ contrata a una empresa de consultoría ambiental para una asesoría, la gran mayoría de las veces, lo hace porque necesita resolver algún tema con la autoridad ambiental competente y no tiene el conocimiento o los recursos para resolverlo. La empresa de consultoría ayuda a la industria XYZ y todos quedan felices.
Si se analiza esta situación más a fondo, se puede observar un realidad poco evidente. Dado que la mayoría de las Industrias recurren a las empresas de consultoría para tratar temas concernientes con el marco legal vigente, estas últimas solo han enfocado su conocimiento y recursos a este tipo de servicios, que dicho en plata blanca, para la industria es más económico (aunque financieramente insostenible) y para las empresas consultoras representa entradas rápidas de capital sin gran inversión de conocimiento y recursos (aunque estrategicamente no haya valor agregado, más que el tiempo que llevan haciendo una tarea. En muchos casos este es el único valor agregado que tienen para posicionarse en el mercado).
Que acarrea esta situación? Cuando la Industria XYZ requiere un servicio o producto que va más allá de la norma, la consultora ambiental acostumbrada solo a solucionar temas de legislación, tiene tres opciones o rechaza el proyecto, o convence a la industria que económica y estratégicamente es mejor cumplir solo con la legislación, o (la más avezada) se da a la tarea de "investigar" todas las tecnologías mundiales, regionales y locales, hace un estudio de aplicación y después de 3 o más meses de revisión de información secundaria, deciden que tal o cual tecnología es la adecuada y viene después un proceso de diseño, el cual será reevaluado por la empresa o persona que vaya a construir o aplicar (a veces se vuelve al principio). En este punto han pasado más de 6 meses y la Industria XYZ, todavía no sabe que es lo mejor para sus requerimientos y ya ha invertido tiempo y dinero.
Esta misma situación sucede al revés, a veces (muy pocas) la empresa de consultoría ambiental se dedica a investigar un tema de innovación en el que invierte tiempo y recursos para su desarrollo y cuando tiene un producto o servicio innovador, la Industria XYZ, no invierte, porque la legislación no se lo exige y si no es legalmente aplicable se convierte en un gasto innecesario.
Si bien este modelo ha funcionado y funcionará por algún tiempo, la tendencia es otra. Con mayor frecuencia, el sector industrial está requeriendo servicios y productos más innovadores y especializados en el área ambiental, bien sea para reducir costos, para exportar sus productos a países con marcos normativos más estrictos o para incrementar sus ventas con una cara más amigable al ambiente.
Sea cual sea la razón, las empresas de consultoría ambiental y los asesores ambientales independientes estamos en la obligación de ver más lejos, de identificar las necesidades de la industria más allá de la legislación, de convertirnos en herramientas de apoyo para las autoridades ambientales, de estar a la vanguardia en los adelantos que en materia ambiental se dan en el mundo y sobre todo generar las estrategias y metodologías necesarias para cerrar la brecha entre la protección ambiental y el beneficio económic.
En próximas entradas veremos cómo enfocar este tipo de estrategias
Read more...
Cuando la Industria XYZ contrata a una empresa de consultoría ambiental para una asesoría, la gran mayoría de las veces, lo hace porque necesita resolver algún tema con la autoridad ambiental competente y no tiene el conocimiento o los recursos para resolverlo. La empresa de consultoría ayuda a la industria XYZ y todos quedan felices.
Si se analiza esta situación más a fondo, se puede observar un realidad poco evidente. Dado que la mayoría de las Industrias recurren a las empresas de consultoría para tratar temas concernientes con el marco legal vigente, estas últimas solo han enfocado su conocimiento y recursos a este tipo de servicios, que dicho en plata blanca, para la industria es más económico (aunque financieramente insostenible) y para las empresas consultoras representa entradas rápidas de capital sin gran inversión de conocimiento y recursos (aunque estrategicamente no haya valor agregado, más que el tiempo que llevan haciendo una tarea. En muchos casos este es el único valor agregado que tienen para posicionarse en el mercado).
Que acarrea esta situación? Cuando la Industria XYZ requiere un servicio o producto que va más allá de la norma, la consultora ambiental acostumbrada solo a solucionar temas de legislación, tiene tres opciones o rechaza el proyecto, o convence a la industria que económica y estratégicamente es mejor cumplir solo con la legislación, o (la más avezada) se da a la tarea de "investigar" todas las tecnologías mundiales, regionales y locales, hace un estudio de aplicación y después de 3 o más meses de revisión de información secundaria, deciden que tal o cual tecnología es la adecuada y viene después un proceso de diseño, el cual será reevaluado por la empresa o persona que vaya a construir o aplicar (a veces se vuelve al principio). En este punto han pasado más de 6 meses y la Industria XYZ, todavía no sabe que es lo mejor para sus requerimientos y ya ha invertido tiempo y dinero.
Esta misma situación sucede al revés, a veces (muy pocas) la empresa de consultoría ambiental se dedica a investigar un tema de innovación en el que invierte tiempo y recursos para su desarrollo y cuando tiene un producto o servicio innovador, la Industria XYZ, no invierte, porque la legislación no se lo exige y si no es legalmente aplicable se convierte en un gasto innecesario.
Si bien este modelo ha funcionado y funcionará por algún tiempo, la tendencia es otra. Con mayor frecuencia, el sector industrial está requeriendo servicios y productos más innovadores y especializados en el área ambiental, bien sea para reducir costos, para exportar sus productos a países con marcos normativos más estrictos o para incrementar sus ventas con una cara más amigable al ambiente.
Sea cual sea la razón, las empresas de consultoría ambiental y los asesores ambientales independientes estamos en la obligación de ver más lejos, de identificar las necesidades de la industria más allá de la legislación, de convertirnos en herramientas de apoyo para las autoridades ambientales, de estar a la vanguardia en los adelantos que en materia ambiental se dan en el mundo y sobre todo generar las estrategias y metodologías necesarias para cerrar la brecha entre la protección ambiental y el beneficio económic.
En próximas entradas veremos cómo enfocar este tipo de estrategias